Aseveración para hoy.
Sé que me aprecias y que ves en mí algo diferente.
Sé que eso diferente es la paz que encontré perdiéndome antes de conocerte.
Sé que estuve vagando, aprendiendo y llorando mucho.
Mucho antes de saber si quiera cuál era tu nombre.
Esa paz que te atrae hacia mí, es trabajo duro y un cúmulo de tropiezos.
Quien se desnudó frente a ti es producto de muchas horas de inmovilidad y pánico sentimental.
Te gusto y seguramente estés enamorado, pero no me amas.
¿Puedo aceptar que no me ames?
Sólo por un tiempo, pero si ese tiempo pasa y no te has decidido… Seguramente tomaré mi paz y nos llevaré —a ella y a mí— fuera de tu vida.
No es ilógico lo que te digo, sólo sería el posible resultado de los titubeos.
Me quieres, pero no quieres decidirte a que me amas. Es comprensible por un rato, pero no para siempre.