Ella se llamó Estela, su carácter era fuerte, así la hicieron las circunstancias y su historia.
Por fuera parecía una mujer fría, la realidad es que sólo aprendió a soportar. Soportó malos tratos y aunque no era un pan de Dios, ella creía en él.
No fue una abuela que expresara demasiado afecto al exterior, pero sé que apreciaba a su familia, a sus amigos y a su gente.
La abuela se fue.
