Agosto 2018
Vuelan, no porque tengan alas, sino porque alguna vez formaron parte de ellas.
Ahora, sin un propósito que las posea se encuentran unas con otras, se deslizan en movimientos que las convierten en seres duales.
Existen en el mismo instante que la muerte las llama y el suelo las besa.
En otras palabras, así se nos va y se nos fue la vida.
Cada vida es la oportunidad misma y la más segura, al menos se tiene certeza de que se existió.