Vivo en un país en donde la mayoría de la población está más preocupada por la cerveza y los conciertos -festivales monopólicos porque existe una mayor oferta fuera de lo de siempre- a los cuales no pueden asistir que al cierre de lo humano.
Vivo en un país en donde buscan justificar la violencia de género llamándola locura y cultura; donde su presidente asegura que no existe y justo a las horas de esta declaración una muerta más por la que no habrá justicia.
Vivo en un país donde muchos estudiantes ponen en pausa -incierta- sus estudios. Una de ellas cuida a sus hermanos más pequeños, no tiene tiempo para hacer su tarea entre los quehaceres y las tareas de los otros; sus papás son médicos y no han parado desde que inicio la cuarentena.
Otro de esos chicos ni si quiera cuenta con el equipo suficiente para conectarse a la red, de los más brillantes en su facultad. Uno más vio enfermar a toda su familia y como el dinero se esfumaba.
… en una localidad donde el hartazgo por los malos gobernantes, mezclado con la ignorancia y la falta de oportunidades hace que más de una persona no crea en un virus.
…entre la rabia de lo ajeno y lo propio.
Ojalá la falta de empatía fuera la apachurrada en este tipo de contextos y no la esperanza. Que se lea a mala broma, pero era lo único que le quedaba a México.
¿Tú país como se ve? El mío, así.