No te merezco, porque no sabes querer.
No te merezco, porque la relación siempre gira en torno a tus necesidades, no a las nuestras.
No te merezco, porque aprendí a querer bonito.
No te merezco, porque me gusta abrazar y dar besitos cada segundo.
No te merezco, porque tu tienes mil pretextos para no vernos.
No te merezco, porque han sido más las veces que he llorado a causa tuya que reído contigo.
No te merezco, porque lo nuestro no te pareció fructífero.
No te merezco, porque hablo demasiado y no sabes escucharme.
No te merezco, porque te escribo y jamás me has leído.
Así que es cierto, no merezco esto, no te merezco en todos los sentidos. Ni más llorar o esperar poquito.